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viernes, abril 30, 2010

Sail me back home

"Hoje estou triste como um barco negro ao sol. Minha alegria foi-se embora com as malas. Meu coracao anda por casa do silencio abrindo as portas e espreitando para os cuartos. E tudo isto, que nao tem nenhum sentido, é o sentido essencial da minha vida."

Paseaba por el puerto como antaño, fijando los ojos en las virutas de sol en el mar, jugando a desenfocarlas como el fundido en blanco de una película romántica. Las mismas gaviotas ladrando al unísono. Probaba de recordar la ley de flotación de los barcos, sin éxito. El misterio de los días que no llegó a comprender le inundaba como esa ecuación que sostiene algo tan pesado en la superfície del agua. El sol radiante, insultándole las pupilas. En sus labios, el tarareo de una canción que se hizo vieja demasiado joven. Una lengua salada de viento le recordó la envidia que sentía por los marineros, que no sabían nadar para evitar la agonía de una muerte lenta si cayeran al mar. Y entonces pensó que flotar es bello y reconfortante. Que solo las burbujas, los barquitos de papel y los cuerpos celestes saben hacerlo. Qué plácido sería flotar para siempre sin comprender porqué, como lo hacen los barcos.

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Here we go.
Has olorat l'estiu ja ?
Q bé que hi tornis.

12:46 p. m.  

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